¿Clases presenciales o clases virtuales?


¿CLASES PRESENCIALES O CLASES VIRTUALES?

La educación busca impartir clases a los alumnos con el fin de que estos aprendan una serie de conocimientos para el futuro. Así podemos diferenciar entre distintos modelos de llevar a cabo las clases,  destacando principalmente las presenciales y las virtuales.
Las clases presenciales, tienen como principal ventaja que todo el mundo puede acceder a ellas simplemente con acudir al centro en el que están matriculados. A esto se suma que estas sesiones facilitan la comunicación alumno-profesor, lo que hace la clase más llevadera e improvisada facilitando a su vez el aprendizaje del alumno con ejemplos y dudas. En ocasiones, estas clases pueden llegar al punto de que el alumnado adquiera una mayor cultura general cuando durante ella el tema se desvía por algún comentario o situación que en las clases virtuales no se daría (como ocurre en la clase de filosofía). Además las clases presenciales permiten una mayor participación por parte del alumnado y pueden dar lugar a debates en beneficio del docente. Sin embargo, el inconveniente principal de las clases presenciales son las interrupciones constantes que conllevan a la distracción y que pueden producirse tanto por parte del alumnado entre sí como por otro personal del centro como puede ser la entrada del jefe de estudios en el aula, un alumno pasando por el pasillo, etc.
Por otro lado, las clases virtuales también presentan ventajas e inconvenientes, pues el principal impedimento que sufren las clases virtuales es la dependencia absoluta de la tecnología que es un medio al que no todo el alumnado tiene acceso. A su vez, estas clases permiten reducir mucho las distracciones a la hora de atender a la clase, pues solo contarían con las interrupciones que se produjesen en su propio ambiente, sin depender de las externas que se dan en las clases presenciales. Pero, a pesar de ello, estas clases también perjudicarían al alumno, pues sus posibilidades de participar se verían muy limitadas a la vez que su relación con los profesores seria mínima, lo que al no permitir cierta confianza dificultaría la comunicación entre el docente y el profesor.
De esta manera, ambas tienen sus ventajas e inconvenientes pero en mi opinión son mucho más pragmáticas las clases presenciales puesto que permiten un aprendizaje mayor al igual que un amplio contacto con el profesorado que, teniendo en cuenta valores que se pueden mostrar presencialmente como la actitud o el interés, nos benefician.

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